El 14 de marzo, el presidente de España instauro el estado de alarma, por el Covid-19, un virus que aun a día de hoy sigue haciendo estragos.
El estado de alarma se llevó a cabo, porque el virus se extendía con mucha rapidez y los hospitales no daban abasto con los enfermos por este virus tan virulento, la gente moría, sin que ni médicos ni enfermeras pudieran hacer mucho por ellos, ya que también enfermaban muchos de ellos.
Un virus que nadie conocía, y cuando estaba en China, nos reíamos… hasta cuando paso a Italia nos reíamos, pero cuando se instauro en España y la OMS lo califico de pandemia mundial, todos tuvimos miedo a contraerlo.
Durante el estado de alarma, solo se pudo salir a la calle lo estrictamente necesario, o sea para comprar comida o ir a la farmacia, o trabajar, según que trabajos, nada más, más que nada porque no había absolutamente nada más abierto que los supermercados y las farmacias, vamos las cosas básicas, pero los primeros días, hubo aluvión de personas en los supermercados, para comprar rollos de papel higiénico (es lo que más compro la gente, yo creo, porque en casi todos los supermercados se agotaron en minutos).
Y por supuesto, esto afecto a los entrenamientos piragüeros, nadie podía salir a hacer deporte, y la piragua no iba a ser menos, se suspendieron todos los entrenamientos y competiciones que pudiéramos tener en los 15 días que decía que iba a durar el estado de alarma, que luego fue mucho más, pero en un principio el presidente de gobierno dijo 15 días.
El pre- estado de alarma, fueron días de incertidumbre, de no saber muy bien que hacer, si ir a entrenar si no, si ir a competiciones o si no, fue un pequeño caos interno, que eso bien lo conocemos los que disfrutamos de este deporte.
Una vez instaurado el estado de alarma, ya todos sabían lo que se debía y no se debía hacer, los paracanoes, por supuesto no podíamos ir a entrenar, así que esperamos a que pasaran los 15 días lo más rápido posible, sin saber que después de esos 15 días vendrían otros 15, y después 15 más, así hasta casi los 3 meses.
Así que nuestros flamantes entrenadores, sacaron todo el arsenal que tenían para hacer que hiciéramos algo de ejercicio durante esos días, con botellas, pesas, bricks de leche, o lo que buenamente teníamos cada uno en casa, nos poníamos a hacer los ejercicios que nos mandaban por whatsapp cada semana. Nos grabábamos haciéndolos, y los enviábamos, para conseguir ganar premios si se era el ganador, claro.
Además de esos ejercicios, estaban las sesiones por zoom, una app, que en el estado de alarma gano adeptos, la cual trata de videoconferencias, en las cuales nosotros hacíamos unos días charlas muy interesantes, otros ejercicio y otros paleo indoor y los llamaron Encuentros Monkayistas.
Los paracanoes intentábamos entrar a las máximas posibles, para así hacer lo más llevadero posible el estar en casa encerrados sin ver la calle ni nuestro gran rio.
Y así pasamos un confinamiento que se alargó a casi 3 meses.